Cántaro

A propósito de la artesana, Carlos González, donante cuenta: " Julia Cuellar era una mujer muy pobre, bastante metódica, trabajaba sistemáticamente y tenía muy buen oficio. Vivía en La Compañía Alta, un sector pobre dentro de La Serena. Un profesor de la Universidad de La Serena me la presentó, el la conocía por que ella lo había ayudado a dar unos cursos, ella era conocida haciendo cerámica y él la llevaba como ejemplo. Yo a él lo conocí en un curso que fui a dictar a La Serena, él estuvo en clases conmigo y después nos hicimos más o menos amigos. Eran cursos de perfeccionamiento que dábamos con la FACH. Cursos para profesores. Recorrimos todo Chile con la FACH. Fue un proyecto que se hizo entre el Instituto de Estética y la FACH Lo bonito fue que lo consideraban un perfeccionamiento para su personal y se ampliaron las vacantes a profesores de colegios, liceos, escuelas rurales… Entonces íbamos en periodos de vacaciones. Fue bastante conocida la Julia. No creo que esté viva. Yo creo que lo compré, por que yo trataba de ayudarla lo más posible, la vi muy desamparada económicamente. Ella vendía también en el mercado de La Serena.”