"… entonces llegué a la cárcel de mujeres. Las vi detrás de las rejas y me produjo tanto interés… encontré que era tan emocionante, esa cosa morbosa que tenía en mi cabeza quería saber que pasaba con estas mujeres, por qué estaban ahí, porque la cárcel de hombres es un mundo totalmente distinto. Lo encontré tan tremendamente misterioso, que me di cuenta que en un rostro, en un retrato, podía componer todo un problema social.
El tipo de aros que usaba, el tipo de cutis, la forma de las bocas, de los ojos, quien frunce el ceño, las tensiones en el rostro, las marcas de las arrugas, la grasitud de la piel, el tipo de cabello, cuidado o descuidado, ahí tú ves inmediatamente la estructura social de la persona, sólo en esa parte del cuerpo. Se volvió tan interesante para mí ese mundo, tan fundamental… la realización de ese proyecto fue una cuestión totalmente liberadora, sanadora, cambió totalmente mi visión sobre la mujer. Estuve tres años visitándolas, perfectamente me podría haber enamorado de alguna de ellas, se transformaron en heroínas para mí, estaban ahí por defender su propio honor o el honor de sus hijos, y tenían que llegar a delinquir por defender algo que les pertenecía, defender su dignidad, el cuidado de sus hijos".
Madrid, Denise. Jorge Brantmayer: “La neurosis puede resultar muy creativa”. Revista Artishock. Agosto 2012.