Niña de campo

Inés Puyó formó parte de una generación precursora de artistas que en las primeras décadas del siglo XX, viajaron a Europa a completar su formación, entrando en contacto con las tendencias modernas internacionales. Ella integró el grupo de 26 becados que partieron Europa en 1929 tras el cierre de la Escuela de Bellas Artes. En París estudió con Henry de Warroquier, Othon Friesz y André Lothe.
Esta obra pertenece a su primera etapa figurativa donde es posible observar la influencia modernista en la construcción sintética del retrato de una niña campesina con marcados rasgos indígenas.
(MNBA "Desacatos, prácticas artísticas femeninas 1835-1938", 2017: Natalia Jara Parra)