Figurilla

El número de inventario que conserva nos hace suponer que se trata de una pieza que fue parte del primer fondo de cerámicas de las monjas Claras que se adquirió para el Museo de Etnología y Antropología y que hacia la década del cuarenta pasaría a integrar las colecciones del MHN.

La producción de las monjas Claras siempre estuvo centrada en la representación en pequeño formato de objetos decorativos o de uso cotidiano. Las formas más características son las teteras, mates y ollas, siendo esta pieza un claro ejemplo de esto. Fuera de esta tendencia a elaborar objetos en miniatura, estas cerámicas también destacan por haber estado perfumadas, técnica que se perdió hacia fines del siglo XIX y que solo fue recuperada hacia 1975 gracias al estudio de materiales llevado a cabo por Vanya Roa. Así, tanto por forma como por la incoporación de perfume en la pieza misma, las cerámicas de las monjas Claras destacan como un hecho totalmente único en las artes decorativas en Hispanoamérica.