Número de Registro: 3-1070 | |
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Objeto: | Figurilla |
Creador: | Monjas Clarisas |
Institución: | Museo Histórico Nacional |
Fecha: | 1890 |
Ficha de registro
Identificación
Institución
Museo Histórico Nacional
Número de registro
3-1070
Nº de inventario
11127
Clasificación
Arte - Artes Populares y Artesanía
Colección
Artes Populares y Artesanía
2 Existentes
363
Descripción
Conjunto de dos objetos cerámicos es una reproducción de menor tamaño de una tetera y brasero. Todos presentan decoración policromada en base a motivos fitomorfos sobre fondo de color rojo.
Estado de conservación
Regular
Contexto
Centro artesanal
Área geográfica
Chile
Fecha de creación
1890
Historia del objeto
Según nos refiere la ficha de registro estas piezas ingresan a través de la compra a Carlos Robinson, quien la vendió al MHN en 1935, según consta en la documentación del museo relativa a sus colecciones. Sin embargo, el número asignado no ha podido ser ubicado hasta el momento en estos documentos por lo que debemos suponer que es parte de un conjunto de cerámicas que no se detalló en su momento.
Se trata de una pieza hecha a semejanza de las desarrolladas por las monjas Claras desde la colonia hasta fines del siglo XIX cuando esta producción se termina debido a la muerte de la última monja que conocía la técnica de perfumar la cerámica, Sor María del Carmen de la Encarnación Jofré.
Estas cerámicas fueron muy cotizadas como regalos navideños en su formato más pequeño, así como obsequio para grandes personalidades que visitaban o hacían un favor al convento.
Según consta en las crónicas coloniales, desde muy temprano estas religiosas se destacaron por la fabricación de objetos en miniatura y muchos de ellos constan en envíos al Perú incluso.
Según María Bichón, el origen de esta forma de trabajo cerámico tiene que ver en gran medida con la estructura misma de la vida de clausura. Al interior del convento vivían mujeres de todos los estratos sociales y castas, por lo que muchos saberes se fueron cruzando hasta dar lugar a este tipo de obras.
Por un lado, la matriz indígena que Bichón cita como la que aporta el trabajo en arcilla, más las aportaciones de las mismas monjas en la decoración de cada una de estas piezas, dando lugar a un modo de producción que se asemeja al trabajo de taller.
Se trata de una pieza hecha a semejanza de las desarrolladas por las monjas Claras desde la colonia hasta fines del siglo XIX cuando esta producción se termina debido a la muerte de la última monja que conocía la técnica de perfumar la cerámica, Sor María del Carmen de la Encarnación Jofré.
Estas cerámicas fueron muy cotizadas como regalos navideños en su formato más pequeño, así como obsequio para grandes personalidades que visitaban o hacían un favor al convento.
Según consta en las crónicas coloniales, desde muy temprano estas religiosas se destacaron por la fabricación de objetos en miniatura y muchos de ellos constan en envíos al Perú incluso.
Según María Bichón, el origen de esta forma de trabajo cerámico tiene que ver en gran medida con la estructura misma de la vida de clausura. Al interior del convento vivían mujeres de todos los estratos sociales y castas, por lo que muchos saberes se fueron cruzando hasta dar lugar a este tipo de obras.
Por un lado, la matriz indígena que Bichón cita como la que aporta el trabajo en arcilla, más las aportaciones de las mismas monjas en la decoración de cada una de estas piezas, dando lugar a un modo de producción que se asemeja al trabajo de taller.
Referencias documentales
Bichon, María: En torno a la cerámica de las monjas, Imprenta Universitaria, Santiago, Chile, 1947
Gestión
Adquisición
Forma de ingreso
Compra
Procedencia
Monjas Claras de Santiago
Fecha de ingreso
1935
Registradores
Rolando Báez , 2012-10-03
Patricia Roldán , 2017-09-07
Marcela Covarrubias Peña, 2024-07-19