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Según el “Catálogo de la colección de objetos del folklore chileno existentes en el Museo de Etnología y Antropología de Chile” elaborado por Carlos Reed y publicado por la Imprenta Cervantes en 1927. La sección de folklore del Museo de Etnología y Antropología de Chile se creó el 15 de mayo de 1924 y el catálogo de Carlos Reed refleja el acervo reunido desde aquella fecha hasta 1927. Sobre este grupo de objetos, señala lo siguiente en la página 16:

Objetos de “Auque” hechos en las Termas de Catillo.
En las Termas de Catillo, cerca de Parral, en la provincia de Ñuble, hay unos yacimientos de una roca arcillosa, de color blanquizco, que es utilizada por algunas familias de residentes antiguos de esa localidad, para hacer unas figuras zoomorfas, reproducciones de utensilios domésticos, etc.

Esta pequeña industria casera está localizada exclusivamente en las Termas de Catillo y es un medio de vida para esa gente. En enero de 1925, el Director del Museo de Antropología, don Aureliano Oyarzún, y el Conservador que esto escribe, visitaron esa localidad y tomaron nota de esa industria.

Otra fuente relevante es la investigación del doctor Moisés Amaral, presentada en la Sesión General de la Sociedad de Científicos de Chile del 5 de noviembre de 1923, sobre las propiedades curativas de las Termas de Catillo, en la que sistematizó y comparó diversas fuentes históricas como marco teórico previo para el análisis químico de sus aguas y minerales, las temperaturas y el impacto de estas propiedades en la salud de las personas. El estudio señala que la superficie del suelo de Catillo y sus inmediaciones es abundante en piedras volcánicas, particularmente en el lecho del río y sus riberas, se puede encontrar piedras de toque, piedras de Lidia y la piedra de hauque, que es la materialidad de la que se fabrican los objetos coleccionados por Oyarzún y Reed en 1925.

El doctor Amaral señala que “algunos van en busca de los fabricantes de pequeños vasos, candeleros, polveras y muchos otros objetos artísticos hechos con la piedra de hauque. Así llaman en Catillo a esa roca arcillosa de color blanco como el yeso, fácil de trabajar y de pulir y que extraen de un cerro que se halla a dos kilómetros hacia el oriente y un poco al sur de los Baños. Esta es otra industria que produce algunas ganancias a sus artistas.