Número de Registro: 3-38824 | |
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Objeto: | Espuela |
Institución: | Museo Histórico Nacional |
Fecha: | Siglo XIX |
Ficha de registro
Identificación
Institución
Museo Histórico Nacional
Número de registro
3-38824
Nº de inventario
2012-38824
Clasificación
Arte - Artes Decorativas
Colección
Artes Populares y Artesanía
Descripción
Objeto metálico cubierto por una lámina de plata, que se usa en pares ajustado al talón del calzado para picar a la cabalgadura. Está compuesto
de tres partes: el asta en cuyo centro se ubica un eje calado llamado pihuelo y que sujeta una rodaja de forma circular con púas concéntricas, mediante un pasador.
de tres partes: el asta en cuyo centro se ubica un eje calado llamado pihuelo y que sujeta una rodaja de forma circular con púas concéntricas, mediante un pasador.
Estado de conservación
Bueno
Contexto
Lugar de creación
Chile Central
Fecha de creación
Siglo XIX
Historia del objeto
La espuela realizada en Chile se compone de los mismos elementos que cualquiera otra realizada tanto en España como en otros puntos de nuestra región, es decir, asta, pihuelo y rodaja.
Por asta entendemos un pedazo de hierro circular que es forjado con martillo hasta tomar la forma de un arco en cuyos extremos se cincelan sendos sellos, es decir, orificios por los cuales se anuda la correa que fija esta pieza al pie.
El pihuelo, por su parte, es un travesaño que se ubica en la parte central del asta y que sirve para sujetar la rodaja, elemento radial que puede ser un disco liso o estar conformado por puntas de variable cantidad.
Así, la llamada "espuela chilena" debe su origen a cietos los elementos formales específicos más que a un cambio sustantivo en su sentido o valor de uso. Por un lado, la utilización de una rodaja que presenta más de 10 puntas, cosa poco habitual en sus semejantes tanto españolas como latinoamericanas. Por otro, y tal vez más importante todavía, la persistencia de elementos técnicos y decorativos barrocos tanto en el pihuelo como en el asta. Las caladuras que ornamentan este objeto así como la labor de ataujía son propios de las talleres de herreros chilenos del siglo XVIII y se han mantenido con ciertas modificaciones hasta el día de hoy.
Con respecto a la ataujía, tal vez uno de las técnicas asociadas a la labor de herrería en Chile más características a la hora de evaluar una espuela, sabemos que dada la falta de grandes yacimientos de plata durante la colonia en Chile, se fue popularizando realizar decoraciones planas sobre el hierro con metales de mayor valor. Este hecho, unido a la cada
vez mayor influencia de los vascos y los jesuita bávaros durante el siglo XVIII, hizo que este procedimiento se fuera transformando casi en una seña de identidad en la artesanía asociada a este tipo de objetos en hierro.
Vemos así como el asta es ornamentada siguiendo patrones lineales que nos recuerdan el trabajo realizado por los orfebres moriscos en ciudades como Toledo y la zona vasca de España donde, si bien la influencia árabe no fue tan prolongada como en Castilla, la producción de armamentos adoptó la ataujía para la decoración de espadas y escopetas.
Con respecto a la decoración calada en base a volutas ha sido analizada por Tomás Lago en su libro El Huaso (1953) y a su juicio se trata de un transplante de formas cuyo origen se debe a la actualización que se da elementos clásicos durante el barroco, en este caso desde el capitel jónico. Así, para el caso chileno tendremos como resultado un objeto utilitario que no tendrá comparación ni aún en las regiones más ricas del imperio español como México o Perú donde es el material el que marca la riqueza de la pieza y no su ornamentación.
Así, pensando en las condiciones de producción bastante modestas que se vivían en Chile, es posible pensar que este exceso formal responde a una suerte de respuesta ante la falta de materiales nobles para su manufactura.
Por asta entendemos un pedazo de hierro circular que es forjado con martillo hasta tomar la forma de un arco en cuyos extremos se cincelan sendos sellos, es decir, orificios por los cuales se anuda la correa que fija esta pieza al pie.
El pihuelo, por su parte, es un travesaño que se ubica en la parte central del asta y que sirve para sujetar la rodaja, elemento radial que puede ser un disco liso o estar conformado por puntas de variable cantidad.
Así, la llamada "espuela chilena" debe su origen a cietos los elementos formales específicos más que a un cambio sustantivo en su sentido o valor de uso. Por un lado, la utilización de una rodaja que presenta más de 10 puntas, cosa poco habitual en sus semejantes tanto españolas como latinoamericanas. Por otro, y tal vez más importante todavía, la persistencia de elementos técnicos y decorativos barrocos tanto en el pihuelo como en el asta. Las caladuras que ornamentan este objeto así como la labor de ataujía son propios de las talleres de herreros chilenos del siglo XVIII y se han mantenido con ciertas modificaciones hasta el día de hoy.
Con respecto a la ataujía, tal vez uno de las técnicas asociadas a la labor de herrería en Chile más características a la hora de evaluar una espuela, sabemos que dada la falta de grandes yacimientos de plata durante la colonia en Chile, se fue popularizando realizar decoraciones planas sobre el hierro con metales de mayor valor. Este hecho, unido a la cada
vez mayor influencia de los vascos y los jesuita bávaros durante el siglo XVIII, hizo que este procedimiento se fuera transformando casi en una seña de identidad en la artesanía asociada a este tipo de objetos en hierro.
Vemos así como el asta es ornamentada siguiendo patrones lineales que nos recuerdan el trabajo realizado por los orfebres moriscos en ciudades como Toledo y la zona vasca de España donde, si bien la influencia árabe no fue tan prolongada como en Castilla, la producción de armamentos adoptó la ataujía para la decoración de espadas y escopetas.
Con respecto a la decoración calada en base a volutas ha sido analizada por Tomás Lago en su libro El Huaso (1953) y a su juicio se trata de un transplante de formas cuyo origen se debe a la actualización que se da elementos clásicos durante el barroco, en este caso desde el capitel jónico. Así, para el caso chileno tendremos como resultado un objeto utilitario que no tendrá comparación ni aún en las regiones más ricas del imperio español como México o Perú donde es el material el que marca la riqueza de la pieza y no su ornamentación.
Así, pensando en las condiciones de producción bastante modestas que se vivían en Chile, es posible pensar que este exceso formal responde a una suerte de respuesta ante la falta de materiales nobles para su manufactura.
Referencias documentales
Roa, Vanya: Joyas del apero huaso: piezas de la colección, de la antigua Sección Folclore del Museo Histórico Nacional., Museo Histórico Nacional, Santiago de Chile, 1986
Lago, Tomás: El Huaso, Universidad de Chile, Santiago de Chile, 1953
Lago, Tomás: Arte Popular Chileno, Universitaria, Santiago de Chile, 1971
Cordero Valdés, Lorena: Protocolo para la Descripción del Apero del Huaso pp. 36 en Serie Documentación de Colecciones Patrimoniales. Manuales y Estudios , Centro de Documentación de Bienes Patrimoniales / DIBAM, Santiago, 2012
Gestión
Registradores
Rolando Báez , 2012-07-09
Patricia Roldán , 2017-09-14