Gorro

Hasta el siglo XVII, a los cristianos infantes se les bautizaba sumergiéndole en el agua, después se le enrollaba en un paño bordado. Esta inmersión simbolizaba la purificación del pecado original y su renacimiento como nuevo ser. Cuando la inmersión total fue suprimida, se reemplazó el paño por un vestido largo blanco, inspirado en el vestido de la corte de los príncipes. Habitualmente, el vestido de bautizo estaba bordado de flores y adornado con cintas y encajes. El conjunto completo lo formaban el vestido y la enagua, una capa y una capota, todo en blanco y de telas como la seda, el tul, plumeti, piqué y batista.
El vestido de bautismo cristiano era un vestido de familia, que se conservaba y traspasaba de niño a niño.