Número de Registro: 76-235 | |
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Objeto: | Trapelakucha |
Cultura Arqueológica: | Mapuche |
Institución: | Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile |
Ficha de registro
Identificación
Institución
Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile
Número de registro
76-235
Nº de inventario
105
Clasificación
Antropología, Arqueología y Etnografía - Textil, Vestuario y Adornos
Colección
Platería Mapuche
Descripción
Esta trapelakucha de 29,7 cm. de largo corresponde a una joya pectoral del ajuar de la mujer mapuche. A grandes rasgos, consiste en una estructura modular de 8 placas, 16 eslabones y 4 colgantes.
Las placas que conforman esta trapelakucha están orientadas verticalmente. La primera de ellas es una figura campaniforme con un orificio circular en la zona superior que permite su sujeción a otras prendas pectorales, le sigue una placa que se diferencia a las demás por su dimensión alargada. En la base posee dos perforaciones rectangulares por las que pasan eslabones que la unen al resto de la estructura. Las siguientes cuatro placas de forma rectangular cuentan con dimensiones similares entre sí. Cada una también posee dos perforaciones rectangulares, tanto en su lado superior e inferior, atravesadas por el mismo tipo de eslabón.
Finalmente, la última pieza de esta estructura corresponde a una placa con forma de cruz con brazos polibulados y anchos similar al de las placas. El brazo superior de la placa cruciforme posee dos orificios circulares, los cuales presentan ausencia de colgantes. Cada una de las bases de los brazos laterales cuenta con dos perforaciones circulares, que están atravesadas por eslabones de los que penden colgantes cruciformes, del mismo tipo que en el brazo superior. En el borde inferior de la placa se observan tres orificios circulares, cada uno atravesado por eslabones y colgantes con las características ya mencionadas.
Para la confección de esta estructura modular, las placas y las medallas se realizaron por medio de la técnica de colada. Los positivos o placas resultantes fueron forjadas, percutiendo con martillo para rebajarlas. Posteriormente se limaron los cantos con herramientas y se limó la superficie con arena caliente. Las perforaciones cinceladas y troqueladas están atravesadas por eslabones de plata laminada y alambre trefilado.
Las placas que conforman esta trapelakucha están orientadas verticalmente. La primera de ellas es una figura campaniforme con un orificio circular en la zona superior que permite su sujeción a otras prendas pectorales, le sigue una placa que se diferencia a las demás por su dimensión alargada. En la base posee dos perforaciones rectangulares por las que pasan eslabones que la unen al resto de la estructura. Las siguientes cuatro placas de forma rectangular cuentan con dimensiones similares entre sí. Cada una también posee dos perforaciones rectangulares, tanto en su lado superior e inferior, atravesadas por el mismo tipo de eslabón.
Finalmente, la última pieza de esta estructura corresponde a una placa con forma de cruz con brazos polibulados y anchos similar al de las placas. El brazo superior de la placa cruciforme posee dos orificios circulares, los cuales presentan ausencia de colgantes. Cada una de las bases de los brazos laterales cuenta con dos perforaciones circulares, que están atravesadas por eslabones de los que penden colgantes cruciformes, del mismo tipo que en el brazo superior. En el borde inferior de la placa se observan tres orificios circulares, cada uno atravesado por eslabones y colgantes con las características ya mencionadas.
Para la confección de esta estructura modular, las placas y las medallas se realizaron por medio de la técnica de colada. Los positivos o placas resultantes fueron forjadas, percutiendo con martillo para rebajarlas. Posteriormente se limaron los cantos con herramientas y se limó la superficie con arena caliente. Las perforaciones cinceladas y troqueladas están atravesadas por eslabones de plata laminada y alambre trefilado.
Estado de conservación
Regular
Contexto
Área geográfica
Chile
Historia de propiedad y uso
Hacia fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX emerge un importante mercado de objetos indígenas, impulsado por comerciantes y coleccionistas que pudieron acopiar grandes volúmenes de piezas, especialmente de plata, a causa del empobrecimiento del pueblo mapuche por el asedio del Estado chileno en el periodo post-ocupacional de la Araucanía, y el contexto de las reducciones.
En este grupo se encuentra uno de los coleccionistas más reconocidos del periodo, Pedro Doyharcabal, comerciante de origen vasco-francés establecido en Cholchol el año 1893, quien obtuvo y agrupó durante más de treinta años diversas e invaluables piezas de platería mapuche, entre otras tipologías, conjunto que en 1946 fue adquirido por la Universidad de Chile, para ser incorporado al MAPA.
En este grupo se encuentra uno de los coleccionistas más reconocidos del periodo, Pedro Doyharcabal, comerciante de origen vasco-francés establecido en Cholchol el año 1893, quien obtuvo y agrupó durante más de treinta años diversas e invaluables piezas de platería mapuche, entre otras tipologías, conjunto que en 1946 fue adquirido por la Universidad de Chile, para ser incorporado al MAPA.
Historia del objeto
El trapelakucha, que se compone de las palabras trapel (amarrado, atado) y akucha (aguja) (Augusta, 1916), es una de las piezas de platería mapuche que conforma el ajuar femenino. En general, es descrito en términos de una prenda pectoral que está sostenido en su extremo superior desde un tupu, ponshon (Joseph, 1928; Castro, 1977) o collar que se encuentra formado por placas de plata o tubos de plata (runi), finalizando usualmente en una cruz (de Moesbach, 1930).
El arqueólogo R. Campbell presume que provienen de adornos de cuentas que comenzaron a incorporar plata durante la primera mitad del siglo XIX para luego ser desplazadas completamente y consolidándose así los trapelakucha, junto a los shikill y trarikonko, en la década de 1850 (Campbell, 2015). Dicha apreciación coincide con lo indicado por Willheim de Moesbach en 1930, que refirió a que los diseños más antiguos se hallaban interrumpidos por hileras de chaquiras que terminaban en una cruz con colgantes – llamándose cruselis a la totalidad del conjunto – y por W. Reccius que apunta que los trapelakuch surgieron de los regni-regni (prendas de tubitos con decoraciones de chaquiras o llancas) (1983).
La forma general de los trapelakucha, como fue señalado, consiste en una sola cadena que termina en una cruz, que varía según época de fabricación, de la que penden püñpüñ de figuras antropomorfas, fitomorfas, campanuliforme, discoidales con diversos diseños en su interior y también de cruz (Joseph, 1928; Reccius, 1983; Miranda, 2014). Además, se tratan de prendas que se destacan por aplicación de “los principios de repetición, de alternación y de simetría (Joseph, 1928). Los investigadores identifican tipos de trapelakucha según las características que presenta la cadena: (1) de tubos, (2) de placas, (3) de cadena con placas alargadas, (4) de eslabones dobles y cadena simple (Inostroza et al., 1986). En términos históricos, se conjetura que los más antiguos corresponden a los conformados por tubos, luego seguirían aquellos de placas grandes sucesivas y finalmente aparecieron los de cadenas de plaquitas cuadradas unidas a través de eslabones (Reccius, 1983). También se considera que los eslabones rectangulares vacíos unidos a través de anillos cilíndricos anchos se tratarían de diseños modernos (Joseph, 1928). El diseño de la cruz con que finaliza el trapelakucha, según Morris, también varía en el tiempo debido a la influencia de las cruces de las monedas coloniales o las que llevaban las órdenes sacerdotales en la Araucanía (1997).
El proceso de creación de los trapelakucha debe bastante a cuando los rütrafe la técnica de fundido pues les permitió conseguir láminas de mayor grosor y superficie, complejizando los diseños y aumentando los tamaños (Painecura, 2011). Su elaboración también se realiza en series y moldes (Joseph, 1928). La cantidad de metal y el trabajo necesario para confeccionarlos se traducen en un alto costo material (Wever, 1992), lo que también provee a la mujer que lo porta un gran atractivo (Castro, 1977).
El arqueólogo R. Campbell presume que provienen de adornos de cuentas que comenzaron a incorporar plata durante la primera mitad del siglo XIX para luego ser desplazadas completamente y consolidándose así los trapelakucha, junto a los shikill y trarikonko, en la década de 1850 (Campbell, 2015). Dicha apreciación coincide con lo indicado por Willheim de Moesbach en 1930, que refirió a que los diseños más antiguos se hallaban interrumpidos por hileras de chaquiras que terminaban en una cruz con colgantes – llamándose cruselis a la totalidad del conjunto – y por W. Reccius que apunta que los trapelakuch surgieron de los regni-regni (prendas de tubitos con decoraciones de chaquiras o llancas) (1983).
La forma general de los trapelakucha, como fue señalado, consiste en una sola cadena que termina en una cruz, que varía según época de fabricación, de la que penden püñpüñ de figuras antropomorfas, fitomorfas, campanuliforme, discoidales con diversos diseños en su interior y también de cruz (Joseph, 1928; Reccius, 1983; Miranda, 2014). Además, se tratan de prendas que se destacan por aplicación de “los principios de repetición, de alternación y de simetría (Joseph, 1928). Los investigadores identifican tipos de trapelakucha según las características que presenta la cadena: (1) de tubos, (2) de placas, (3) de cadena con placas alargadas, (4) de eslabones dobles y cadena simple (Inostroza et al., 1986). En términos históricos, se conjetura que los más antiguos corresponden a los conformados por tubos, luego seguirían aquellos de placas grandes sucesivas y finalmente aparecieron los de cadenas de plaquitas cuadradas unidas a través de eslabones (Reccius, 1983). También se considera que los eslabones rectangulares vacíos unidos a través de anillos cilíndricos anchos se tratarían de diseños modernos (Joseph, 1928). El diseño de la cruz con que finaliza el trapelakucha, según Morris, también varía en el tiempo debido a la influencia de las cruces de las monedas coloniales o las que llevaban las órdenes sacerdotales en la Araucanía (1997).
El proceso de creación de los trapelakucha debe bastante a cuando los rütrafe la técnica de fundido pues les permitió conseguir láminas de mayor grosor y superficie, complejizando los diseños y aumentando los tamaños (Painecura, 2011). Su elaboración también se realiza en series y moldes (Joseph, 1928). La cantidad de metal y el trabajo necesario para confeccionarlos se traducen en un alto costo material (Wever, 1992), lo que también provee a la mujer que lo porta un gran atractivo (Castro, 1977).
Área cultural primer nivel
Chile
Área cultural segundo nivel
Centro-Sur
Cultura originaria
Mapuche
Gestión
Adquisición
Forma de ingreso
Compra
Procedencia
Pedro Doyharcabal
Fecha de ingreso
1946
Registradores
Felipe Ignacio Quijada Aravena, 2021-06-08