Número de Registro: 76-236 | |
---|---|
Objeto: | Trapelakucha |
Cultura Arqueológica: | Mapuche |
Institución: | Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile |
Ficha de registro
Identificación
Institución
Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile
Número de registro
76-236
Nº de inventario
107
Clasificación
Antropología, Arqueología y Etnografía - Textil, Vestuario y Adornos
Colección
Platería Mapuche
Descripción
Esta trapelakucha de 30,5 cm. de largo corresponde a una joya pectoral del ajuar de la mujer mapuche. A grandes rasgos, consiste en una estructura modular de 4 placas, 14 eslabones y 5 colgantes.
Las placas que conforman este trapelakucha están orientadas verticalmente. La primera de ellas es una figura campaniforme con dos orificio circulares en la zona superior que permiten su sujeción a otras prendas pectorales. En la base posee tres perforaciones rectangulares que están atravesadas por eslabones que permiten su unión la pieza.
Las siguientes dos placas rectangulares y alargadas cuentan con dimensiones similares entre sí. Cada una posee tres perforaciones con las características ya mencionadas en su lado superior e inferior, todas atravesadas por el mismo tipo de eslabón. Ambas placas poseen el mismo patrón de decoración que consiste en dos líneas cinceladas paralelas próximas a las perforaciones. En el espacio entre ambas, se observa un motivo burilado de zigzag. Sobre la línea que se ubica hacia el interior de la placa se presentan semicírculos burilados dispuestos uno al lado de otro.
La placa inferior tiene diseño cruciforme; está conformada por un rombo en el centro del que surgen una figura circular en sus costados, a modo de brazos laterales, una figura triangular en la base, y una figura campaniforme invertida en el extremo superior. El rombo presenta un repujado circular en relieve en el centro y decoración cincelada en el contorno de la figura que consiste en dos líneas paralelas y una secuencia de semicírculos sobre la franja interior, asemejándose al patrón de las placas superiores). Desde cada vértice de la figura, surgen pequeñas circunferencias cinceladas. Los brazos laterales circulares también presentan decoración perimetral que consiste en el mismo patrón ya señalado.
Las placas que conforman este trapelakucha están orientadas verticalmente. La primera de ellas es una figura campaniforme con dos orificio circulares en la zona superior que permiten su sujeción a otras prendas pectorales. En la base posee tres perforaciones rectangulares que están atravesadas por eslabones que permiten su unión la pieza.
Las siguientes dos placas rectangulares y alargadas cuentan con dimensiones similares entre sí. Cada una posee tres perforaciones con las características ya mencionadas en su lado superior e inferior, todas atravesadas por el mismo tipo de eslabón. Ambas placas poseen el mismo patrón de decoración que consiste en dos líneas cinceladas paralelas próximas a las perforaciones. En el espacio entre ambas, se observa un motivo burilado de zigzag. Sobre la línea que se ubica hacia el interior de la placa se presentan semicírculos burilados dispuestos uno al lado de otro.
La placa inferior tiene diseño cruciforme; está conformada por un rombo en el centro del que surgen una figura circular en sus costados, a modo de brazos laterales, una figura triangular en la base, y una figura campaniforme invertida en el extremo superior. El rombo presenta un repujado circular en relieve en el centro y decoración cincelada en el contorno de la figura que consiste en dos líneas paralelas y una secuencia de semicírculos sobre la franja interior, asemejándose al patrón de las placas superiores). Desde cada vértice de la figura, surgen pequeñas circunferencias cinceladas. Los brazos laterales circulares también presentan decoración perimetral que consiste en el mismo patrón ya señalado.
Estado de conservación
Bueno
Contexto
Área geográfica
Chile
Historia de propiedad y uso
Hacia fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX emerge un importante mercado de objetos indígenas, impulsado por comerciantes y coleccionistas que pudieron acopiar grandes volúmenes de piezas, especialmente de plata, a causa del empobrecimiento del pueblo mapuche por el asedio del Estado chileno en el periodo post-ocupacional de la Araucanía, y el contexto de las reducciones.
En este grupo se encuentra uno de los coleccionistas más reconocidos del periodo, Pedro Doyharcabal, comerciante de origen vasco-francés establecido en Cholchol el año 1893, quien obtuvo y agrupó durante más de treinta años diversas e invaluables piezas de platería mapuche, entre otras tipologías, conjunto que en 1946 fue adquirido por la Universidad de Chile, para ser incorporado al MAPA.
En este grupo se encuentra uno de los coleccionistas más reconocidos del periodo, Pedro Doyharcabal, comerciante de origen vasco-francés establecido en Cholchol el año 1893, quien obtuvo y agrupó durante más de treinta años diversas e invaluables piezas de platería mapuche, entre otras tipologías, conjunto que en 1946 fue adquirido por la Universidad de Chile, para ser incorporado al MAPA.
Historia del objeto
El trapelakucha, que se compone de las palabras trapel (amarrado, atado) y akucha (aguja) (Augusta, 1916), es una de las piezas de platería mapuche que conforma el ajuar femenino. En general, es descrito en términos de una prenda pectoral que está sostenido en su extremo superior desde un tupu, ponshon (Joseph, 1928; Castro, 1977) o collar que se encuentra formado por placas de plata o tubos de plata (runi), finalizando usualmente en una cruz (de Moesbach, 1930).
El arqueólogo R. Campbell presume que provienen de adornos de cuentas que comenzaron a incorporar plata durante la primera mitad del siglo XIX para luego ser desplazadas completamente y consolidándose así los trapelakucha, junto a los shikill y trarikonko, en la década de 1850 (Campbell, 2015). Dicha apreciación coincide con lo indicado por Willheim de Moesbach en 1930, que refirió a que los diseños más antiguos se hallaban interrumpidos por hileras de chaquiras que terminaban en una cruz con colgantes – llamándose cruselis a la totalidad del conjunto – y por W. Reccius que apunta que los trapelakuch surgieron de los regni-regni (prendas de tubitos con decoraciones de chaquiras o llancas) (1983).
La forma general de los trapelakucha, como fue señalado, consiste en una sola cadena que termina en una cruz, que varía según época de fabricación, de la que penden püñpüñ de figuras antropomorfas, fitomorfas, campanuliforme, discoidales con diversos diseños en su interior y también de cruz (Joseph, 1928; Reccius, 1983; Miranda, 2014). Además, se tratan de prendas que se destacan por aplicación de “los principios de repetición, de alternación y de simetría (Joseph, 1928). Los investigadores identifican tipos de trapelakucha según las características que presenta la cadena: (1) de tubos, (2) de placas, (3) de cadena con placas alargadas, (4) de eslabones dobles y cadena simple (Inostroza et al., 1986). En términos históricos, se conjetura que los más antiguos corresponden a los conformados por tubos, luego seguirían aquellos de placas grandes sucesivas y finalmente aparecieron los de cadenas de plaquitas cuadradas unidas a través de eslabones (Reccius, 1983). También se considera que los eslabones rectangulares vacíos unidos a través de anillos cilíndricos anchos se tratarían de diseños modernos (Joseph, 1928). El diseño de la cruz con que finaliza el trapelakucha, según Morris, también varía en el tiempo debido a la influencia de las cruces de las monedas coloniales o las que llevaban las órdenes sacerdotales en la Araucanía (1997).
El proceso de creación de los trapelakucha debe bastante a cuando los rütrafe la técnica de fundido pues les permitió conseguir láminas de mayor grosor y superficie, complejizando los diseños y aumentando los tamaños (Painecura, 2011). Su elaboración también se realiza en series y moldes (Joseph, 1928). La cantidad de metal y el trabajo necesario para confeccionarlos se traducen en un alto costo material (Wever, 1992), lo que también provee a la mujer que lo porta un gran atractivo (Castro, 1977).
El arqueólogo R. Campbell presume que provienen de adornos de cuentas que comenzaron a incorporar plata durante la primera mitad del siglo XIX para luego ser desplazadas completamente y consolidándose así los trapelakucha, junto a los shikill y trarikonko, en la década de 1850 (Campbell, 2015). Dicha apreciación coincide con lo indicado por Willheim de Moesbach en 1930, que refirió a que los diseños más antiguos se hallaban interrumpidos por hileras de chaquiras que terminaban en una cruz con colgantes – llamándose cruselis a la totalidad del conjunto – y por W. Reccius que apunta que los trapelakuch surgieron de los regni-regni (prendas de tubitos con decoraciones de chaquiras o llancas) (1983).
La forma general de los trapelakucha, como fue señalado, consiste en una sola cadena que termina en una cruz, que varía según época de fabricación, de la que penden püñpüñ de figuras antropomorfas, fitomorfas, campanuliforme, discoidales con diversos diseños en su interior y también de cruz (Joseph, 1928; Reccius, 1983; Miranda, 2014). Además, se tratan de prendas que se destacan por aplicación de “los principios de repetición, de alternación y de simetría (Joseph, 1928). Los investigadores identifican tipos de trapelakucha según las características que presenta la cadena: (1) de tubos, (2) de placas, (3) de cadena con placas alargadas, (4) de eslabones dobles y cadena simple (Inostroza et al., 1986). En términos históricos, se conjetura que los más antiguos corresponden a los conformados por tubos, luego seguirían aquellos de placas grandes sucesivas y finalmente aparecieron los de cadenas de plaquitas cuadradas unidas a través de eslabones (Reccius, 1983). También se considera que los eslabones rectangulares vacíos unidos a través de anillos cilíndricos anchos se tratarían de diseños modernos (Joseph, 1928). El diseño de la cruz con que finaliza el trapelakucha, según Morris, también varía en el tiempo debido a la influencia de las cruces de las monedas coloniales o las que llevaban las órdenes sacerdotales en la Araucanía (1997).
El proceso de creación de los trapelakucha debe bastante a cuando los rütrafe la técnica de fundido pues les permitió conseguir láminas de mayor grosor y superficie, complejizando los diseños y aumentando los tamaños (Painecura, 2011). Su elaboración también se realiza en series y moldes (Joseph, 1928). La cantidad de metal y el trabajo necesario para confeccionarlos se traducen en un alto costo material (Wever, 1992), lo que también provee a la mujer que lo porta un gran atractivo (Castro, 1977).
Área cultural primer nivel
Chile
Área cultural segundo nivel
Centro-Sur
Cultura originaria
Mapuche
Gestión
Adquisición
Forma de ingreso
Compra
Procedencia
Pedro Doyharcabal
Fecha de ingreso
1946
Registradores
Felipe Ignacio Quijada Aravena, 2021-06-08