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Trapelakucha

Número de Registro: 76-247
Objeto: Trapelakucha
Cultura Arqueológica: Mapuche
Institución: Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile

Ficha de registro

Identificación

Institución
Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile
Número de registro
76-247
Nº de inventario
163
Clasificación
Antropología, Arqueología y Etnografía - Textil, Vestuario y Adornos
Colección
Platería Mapuche
Alto 25,9 cm - Ancho 6 cm - Espesor 1,46 Milímetros - Peso 72,1 Gramos
Descripción
Esta trapelakucha de 25,9 cm. de largo corresponde a una joya pectoral del ajuar de la mujer mapuche. A grandes rasgos, consiste en una estructura modular de 8 placas, 26 eslabones y 12 colgantes.

Las placas que conforman este trapelakucha están orientadas verticalmente. La primera de ellas es una figura trapezoidal de costados curvos con dos orificios cincelados en la zona superior que permite su sujeción a otras prendas pectorales. En la base posee dos calados rectangulares con lados superiores curvos orientados hacia el interior de la placa.

Las siguientes seis placas de forma cuadrada cuentan con dimensiones similares entre sí. Cada una posee dos calados con las características ya mencionadas en su lado superior e inferior, todas atravesadas por el mismo tipo de eslabón.

La placa inferior tiene diseño cruciforme, asemejándose a una cruz de malta con decoración cincelada en el centro que consiste en un patrón concéntrico conformado por un círculo y un punto. Esta placa posee 5 colgantes circulares con sus respectivos eslabones y orificios que se distribuyen de la siguiente forma: uno en cada extremo inferior de los brazos laterales y tres en la base del brazo inferior.

Para la confección de esta estructura modular, las placas y las medallas se realizaron por medio de la técnica de colada. Los positivos o placas resultantes fueron forjadas, percutiendo con martillo para rebajarlas. Posteriormente se limaron los cantos con herramientas y se limó la superficie con arena caliente. Las perforaciones cinceladas y troqueladas están atravesadas por eslabones de plata laminada y alambre trefilado.
Estado de conservación
Bueno
Iconografía
Painecura explica que “la lógica mapuche logró definir otro concepto filosófico que dice relación con dar respuesta a la pregunta ¿cómo se sostiene el Wajontu mapu? ¿Qué bases tiene? Nuestro ancestros después de observar y discutir llegaron al contenido del concepto de Meli Wixan Mapu que podría significar las cuatro fuerzas o tensiones que sostienen el Wajontu mapu, se entendía por tanto que estas fuerzas salían fuera del Wajontu mapu hacia el cosmos” (2011, 62).

La joya mapuche que utiliza en su construcción este concepto es la xapelakucha, la que en su placa única y principal grafica de manera armónica y equilibrada las cuatro tensiones y su cadena que la sostiene representa la espiritualidad que tenemos los mapuches con los newen generadores de vida” (Painecura, 62).

Otro concepto que define cómo aparecen socialmente en el Naüq Mapu, cómo nacen los mapuche como pueblo, se presenta en varias graficaciones dentro de la Platería Mapuche, especialmente en los tupu y a veces en los xapelakucha (Painecura, 64).

La presencia de la cruz, de la cual Joseph escribió sobre su repetida presencia tanto en el ponshon como en los trapelakucha, llama la atención y se pregunta si su presencia se vio influida por los misioneros católicos de la época colonial: “¿Fue entonces la cruz para los mapuche un símbolo, como es para los cristianos? Los Padres de la Compañía de Jesús, que tanto hicieron para la conversión y civilización de los indígenas, les enseñaron seguramente a respetar la cruz y los hermanos coadjutores de la misma Compañía, hábiles en muchas artes, les fabricaron, tal vez, en sus talleres. Sin embargo, la cruz araucana tiene un origen más antiguo; se le ve en tejidos y objetos anteriores a la conquista. Se propagó hasta el punto de tener un lugar preferente sobre otras formas decorativas. Los araucanos de hoy no parecen atribuir a la cruz de sus punzones y trapelacucha ningún significado religioso, aunque guardan la costumbre de plantar anualmente cruces de colihue en sus sembrados el día de San Francisco para que su trigo salga bueno” (Joseph, 1928, 150-152).

El colgante con forma de cruz de brazos iguales es un símbolo complejo, su origen y significado está en la prehistoria del hombre. Según Morris, representa el cielo, la lluvia, la vida, siendo un símbolo cosmogónico, una representación del mundo donde el espacio se divide en cuatro sectores (1986). Para Miranda, la cruz transmite la división cuatripartita del espacio y a la temporalidad demarcada en las cuatro estaciones (2014).

Contexto

Área geográfica
Chile
Historia de propiedad y uso
Hacia fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX emerge un importante mercado de objetos indígenas, impulsado por comerciantes y coleccionistas que pudieron acopiar grandes volúmenes de piezas, especialmente de plata, a causa del empobrecimiento del pueblo mapuche por el asedio del Estado chileno en el periodo post-ocupacional de la Araucanía, y el contexto de las reducciones.

En este grupo se encuentra uno de los coleccionistas más reconocidos del periodo, Pedro Doyharcabal, comerciante de origen vasco-francés establecido en Cholchol el año 1893, quien obtuvo y agrupó durante más de treinta años diversas e invaluables piezas de platería mapuche, entre otras tipologías, conjunto que en 1946 fue adquirido por la Universidad de Chile, para ser incorporado al MAPA.
Historia del objeto
El trapelakucha, que se compone de las palabras trapel (amarrado, atado) y akucha (aguja) (Augusta, 1916), es una de las piezas de platería mapuche que conforma el ajuar femenino. En general, es descrito en términos de una prenda pectoral que está sostenido en su extremo superior desde un tupu, ponshon (Joseph, 1928; Castro, 1977) o collar que se encuentra formado por placas de plata o tubos de plata (runi), finalizando usualmente en una cruz (de Moesbach, 1930).

El arqueólogo R. Campbell presume que provienen de adornos de cuentas que comenzaron a incorporar plata durante la primera mitad del siglo XIX para luego ser desplazadas completamente y consolidándose así los trapelakucha, junto a los shikill y trarikonko, en la década de 1850 (Campbell, 2015). Dicha apreciación coincide con lo indicado por Willheim de Moesbach en 1930, que refirió a que los diseños más antiguos se hallaban interrumpidos por hileras de chaquiras que terminaban en una cruz con colgantes – llamándose cruselis a la totalidad del conjunto – y por W. Reccius que apunta que los trapelakuch surgieron de los regni-regni (prendas de tubitos con decoraciones de chaquiras o llancas) (1983).

La forma general de los trapelakucha, como fue señalado, consiste en una sola cadena que termina en una cruz, que varía según época de fabricación, de la que penden püñpüñ de figuras antropomorfas, fitomorfas, campanuliforme, discoidales con diversos diseños en su interior y también de cruz (Joseph, 1928; Reccius, 1983; Miranda, 2014). Además, se tratan de prendas que se destacan por aplicación de “los principios de repetición, de alternación y de simetría (Joseph, 1928). Los investigadores identifican tipos de trapelakucha según las características que presenta la cadena: (1) de tubos, (2) de placas, (3) de cadena con placas alargadas, (4) de eslabones dobles y cadena simple (Inostroza et al., 1986). En términos históricos, se conjetura que los más antiguos corresponden a los conformados por tubos, luego seguirían aquellos de placas grandes sucesivas y finalmente aparecieron los de cadenas de plaquitas cuadradas unidas a través de eslabones (Reccius, 1983). También se considera que los eslabones rectangulares vacíos unidos a través de anillos cilíndricos anchos se tratarían de diseños modernos (Joseph, 1928). El diseño de la cruz con que finaliza el trapelakucha, según Morris, también varía en el tiempo debido a la influencia de las cruces de las monedas coloniales o las que llevaban las órdenes sacerdotales en la Araucanía (1997).

El proceso de creación de los trapelakucha debe bastante a cuando los rütrafe la técnica de fundido pues les permitió conseguir láminas de mayor grosor y superficie, complejizando los diseños y aumentando los tamaños (Painecura, 2011). Su elaboración también se realiza en series y moldes (Joseph, 1928). La cantidad de metal y el trabajo necesario para confeccionarlos se traducen en un alto costo material (Wever, 1992), lo que también provee a la mujer que lo porta un gran atractivo (Castro, 1977).
Área cultural primer nivel
Chile
Área cultural segundo nivel
Centro-Sur
Cultura originaria
Mapuche

Gestión

Adquisición
Forma de ingreso
Compra
Procedencia
Pedro Doyharcabal
Fecha de ingreso
1946
Registradores
Felipe Ignacio Quijada Aravena, 2021-06-11