Maichiwe kura

Entre las pocas alusiones halladas en la bibliografía con respeto a los maichiwe kura, se señala que llevaban un mango largo y grueso con gancho terminal oblicuo para adaptar y amarrar la piedra con tiras de cuero o sogas resistentes de ñocha. Sus cualidades formales se asemejan así, a las de un azadón de mano, el cuál estaría formado por un mango de madera y una lámina de acero. En este caso, al poseer una piedra en vez de la lámina de acero es que recibe el nombre de maichiwe kura. Son objetos escasos, que ya se consideraban “antigüedades” en la década del treinta.
Con respecto a su uso, se sabe que servían para cavar la tierra y las canoas a modo de azuela, además al ser adaptados a un mango largo podían utilizarse como palas.

La manufactura se realizaba con piedras pulidoras que se hacían resbalar sobre las caras planas del objeto mientras éste se encontraba en el suelo o afirmado en plano inclinado, el desgaste se producía por tanto, a travez del peso y la presión que ejercía la persona al aplanarlos. De esta manera, los maichiwekura se distinguen de los toki kura por medio de su labrado más prolijo y de un grosor más plano.