Número de Registro: 76-402 | |
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Objeto: | Kudi |
Cultura Arqueológica: | Mapuche |
Institución: | Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile |
Ficha de registro
Identificación
Institución
Museo de Arte Popular Americano, Universidad de Chile
Número de registro
76-402
Nº de inventario
320
Clasificación
Antropología, Arqueología y Etnografía - Utensilios, Herramientas y Equipos
Colección
Mapuche
Alto 37,2 cm - Ancho 8,3 cm - Profundidad 16,4 cm - Peso 4840 Gramos
Descripción
Piedra aplanada de forma romboidal y contornos redondeados. Presenta grietas superficiales en forma de líneas de color blanco.
Estado de conservación
Bueno
Contexto
Área geográfica
Chile
Historia del objeto
Entre los líticos confeccionados y utilizados por los mapuche se encuentran los kudi (piedras de moler) y ñumkudi (manos de moler), que consisten en una piedra plana rectangular o de bordes redondeados y otra piedra de menor tamaño, larga, ligeramente cilíndrica y de base plana. (Joseph, 1931, p. 40). Ambos líticos, en conjunto, se empleaban para moler trigo, maíz, cebolla, lino, semillas, y, a veces, sal, siendo herramientas indispensables en una ruka (Joseph, 1931). También se empleaban para la fabricación de chicha de maíz o harina tostada (Coña, 1931). De acuerdo a cronistas como Alonso de Ovalle y Diego Rosales, las labores de molienda eran realizadas exclusivamente por mujeres (Olea, 2010).
El proceso de fabricación que describe Joseph (1931) consiste en labrado sobre bloques de granito o de lava compacta, dependiendo de la ubicación geográfica. Estos se golpeaban con piedras más duras y sus superficies se gastaban por frotamiento prolongado. Para la fecha en que el investigador registró esta actividad, sus productores se ayudaban de martillos y cinceles. Una vez que se había realizado un pequeño sacado a la cara más apropiada para moler, este lítico se mojaba y se pulía con piedras duras. Diversos escritos mencionan la presencia de los kudi y ñumkudi desde principios del siglo XX. Tomás Guevara relata que se habían extraído de contextos funerarios (1927, p. 387). Joseph agregó unos años más tarde que los mapuche las adquirían con fabricantes y que aquellos que ya contaban con estas piezas “no los venden aún cuando los tengan duplicados salvo en caso de gran necesidad”, lo cual da a entender la importancia que poseían en el espacio doméstico (1931, p. 40). Dos décadas más tarde, Inez Hilger señala que sólo una familia en la zona de Alepue fabricaba kudi y ñumkudi, pues tenían una fuente de la piedra utilizada cerca de su ruka. En la década de 1990, Héctor Mora escribió que la producción de líticos era escasa para esa fecha, pero destacó que en las canteras de Metrenco había familias que trabajaban con líticos, cuya producción se constituía de “una variedad de morteros de distintos tamaños y formas, además de piedras y manos de moler” (Mora, 1992, pp. 93-94).
El proceso de fabricación que describe Joseph (1931) consiste en labrado sobre bloques de granito o de lava compacta, dependiendo de la ubicación geográfica. Estos se golpeaban con piedras más duras y sus superficies se gastaban por frotamiento prolongado. Para la fecha en que el investigador registró esta actividad, sus productores se ayudaban de martillos y cinceles. Una vez que se había realizado un pequeño sacado a la cara más apropiada para moler, este lítico se mojaba y se pulía con piedras duras. Diversos escritos mencionan la presencia de los kudi y ñumkudi desde principios del siglo XX. Tomás Guevara relata que se habían extraído de contextos funerarios (1927, p. 387). Joseph agregó unos años más tarde que los mapuche las adquirían con fabricantes y que aquellos que ya contaban con estas piezas “no los venden aún cuando los tengan duplicados salvo en caso de gran necesidad”, lo cual da a entender la importancia que poseían en el espacio doméstico (1931, p. 40). Dos décadas más tarde, Inez Hilger señala que sólo una familia en la zona de Alepue fabricaba kudi y ñumkudi, pues tenían una fuente de la piedra utilizada cerca de su ruka. En la década de 1990, Héctor Mora escribió que la producción de líticos era escasa para esa fecha, pero destacó que en las canteras de Metrenco había familias que trabajaban con líticos, cuya producción se constituía de “una variedad de morteros de distintos tamaños y formas, además de piedras y manos de moler” (Mora, 1992, pp. 93-94).
Área cultural primer nivel
Chile
Área cultural segundo nivel
Centro-Sur
Cultura originaria
Mapuche
Gestión
Registradores
Felipe Ignacio Quijada Aravena, 2022-06-01