Vasija de forma simétrica, estructura no restringida y perfil compuesto. Borde recto, labio plano, cuerpo subcilíndrico, paredes ligeramente inflectadas y base convexa. Tratamiento de superficie engobado (rojo exterior/blanco interior). El cuerpo está decorado al exterior mediante una banda horizontal continua de diseño diaguita: elementos geométricos pintados (líneas y grecas escaleradas) en patrón zigzag C1 (González 2008); colores negro y rojo sobre blanco. Corresponde añl tipo cerámico "Clásico" propuesto por Cornely (1956) y retomado por Cantarutti (2002:21-24). Función primaria: servicio y consumo de alimentos (presenta huellas de uso en la base interior y exterior). Función secundaria: ofrenda.
Estado de conservación:
Regular
Reseña biográfica:
Observaciones: Según se observa en una etiqueta pegada en la base de la vasija, ésta correspondería a la vasija nº17 de la sepultura nº10. El sitio "Puclaro" fue excavado originalmente por Cornely (1946), quién recuperó piezas Diaguita Clásico y de Influencia Inka. Esta pieza particular, proviene del rescate arqueológico efectuado durante la construcción del Embalse Puclaro, cuya única referencia publicada la encontramos en Ampuero (2007). Este autor señala la presencia de 12 sepulturas, cuyas formas y contextos identifica como de la Fase Diaguita II. Se trataría mayoritariamente de tumbas colectivas, con cuerpos orientados Este-Oeste, enterrados en cistas de laja volcànica y descubiertas entre los 50 y 80 cm de profundidad. Algunas de ellas compartían la tapa, lo que incita al autor a proponer "en primera instancia, que sus ocupantes pertenecieron a una misma tribu o grupo familiar" (Ampuero 2007:75). Sobre los contextos, señala que generalmente son 2 a 4 ceramios (uno de ellos pintado), una espátula y un tortero o adorno de hueso, siendo el metal muy escaso. Se destaca en cambio, la presencia de jarros o urnas antropomorfas con "decoración excisa o con mamelones, sin pintura, con rasgos muy particulares" (ibid.)