Figurilla

Carlos González recuerda el momento de la compra de esta pieza: "Cerca de Doñihue hay un puente que llega al otro lado del río Cachapoal, buscando camino para retornar dí con esta señora. Era un sector muy curioso, el camino era escalonado. Eso me llamó la atención y fui transitando lento, por ahí pillé a esta señora haciendo cerámica, me llamó mucho la atención por que eran cosas extrañas como formas. No conversamos mucho, pero me dijo que éste era el culebrón, personaje mitológico que se esconde en el campo, en lugares ocultos y ataca. Ella tenía la certeza de que los culebrones existen. Nunca lo pregunté pero, a lo mejor el tener esta figura actúa como contra como una especie de amuleto defensivo.Son piezas rústicas, ingenuas, sin pretensión". Agrega que esto fue anterior a sus años de director de la Feria de Artesanía Tradicional de la UC, y que no mantuvieron contacto "Ella fue la única persona que detecté haciendo cerámica en ese sector".