Pipa (equipo de fumar)

Claudia Muzzio, esposa de Carlos González, donante de la pieza comenta acerca del artesano: "Sergio San Martín era un hombre muy agradable, accesible, le gustaba mucho compartir lo que iba aprendiendo. Valoraba lo que Carlos le decía, era su profesor, su maestro. Quería aprender. Cuando Carlos le decía, está muy bien lograda, se sentía validado. Realmente trabajaba bien. Carlos González agrega: "San. Martín quería hacer toda la colección de pipas, era su sueño tener la colección completa de pipas indígenas existentes en Chile. No sólo Mapuche, réplicas de pipas arqueológicas, indígenas en general. Pero claro, primero a él le interesaba lo Mapuche. Esto es una réplica arqueológica, no hay innovación de él. Siempre estaba investigando donde habría una más. Su sueño era tener la colección completa y poder venderla como colección completa y claro, poder multiplicarla también. No tengo claro si tenía sangre Mapuche, pero él respetaba mucho, quería mucho a los Mapuche, igual su señora. Aquí, con estas pipitas, alucinaban los indígenas. Hay una planta que es tóxica en grandes cantidades, creo que es el tabaco del diablo. No tengo certeza si la configuración corresponde a la tradición Pitrén o Valdivia, pero es Mapuche, es de esa zona por lo menos".