Jarro

Carlos González cuenta la historia de esta pieza: "la persona que me la vendió tenía un negocio en que vendía cosas rescatadas de cualquier rincón de las casas antiguas, campesinas, en el mercado persa de Juan Antonio Rios, hoy Liceo 5, en Marcoleta con Portugal. Me contó que salía a recorrer, especialmente el norte, iba viendo cosas que podían ser antiguas para volver a venderlas con una buena ganancia. Yo le pedí referencias de lo que le estaba comprando y me dijo: llegué a Copiapó a una casa en las afueras de Copiapó y la dueña de casa tenía un pequeño negocio, el fue a comprar algo y ella lo hizo entrar y entró al gallinero a buscar huevos y este estaba en el gallinero, sucio y él le pidió que se lo vendiera y ella le dijo que sí, que como se le había quebrado “aquí” (el pico y la cresta) ya no sirve. Este es antiguo, era de mi madre, de mi abuela. El se lo trajo para acá, lo lavo, lo limpió y ahí fue que yo casualmente llegué poco después que lo había puesto a la venta. Es una de las piezas que más quiero de la colección. La configuración no es puramente colonial ni puramente Diaguita, que sería lo que correspondería en esa zona. Es utilitario. Es una pava, no tiene el “moco” del pavo, entonces no es macho. No he visto en el museo de Copiapó, aunque he preguntado por allá de piezas similares."