Yerbera

La iconografía representada en este cofre-relicario es el Sagrado Corazón de Jesús junto al Inmaculado Corazón de María, con el Espíritu Santo sobre ellos. En este caso particular, es bastante singular, pues ambos corazones están completamente fundidos, no uno junto al otro como comúnmente se representan.
La solemnidad del Corazón de Jesús se celebra el viernes siguiente al Corpus Christi, y la del Inmaculado Corazón de María es el sábado siguiente a la del Corazón de Jesús. A causa de que ambas festividades religiosas se celebran de manera continua, los jesuitas al impartir la doctrina evangelizadora en época colonial, adoctrinaron la devoción a estas dos advocaciones como solemnidades estrechamente relacionadas entre sí, y por tal razón, los corazones unidos representan a estas devociones católicas.
El significado específico de esta iconografía se refiere: al especial amor de Jesús por la humanidad; al amor de la virgen como intercesora, que ama a los hombres con su corazón de madre, el mismo corazón que amó a Jesús, pues ve a su hijo en la humanidad y por ende la ama con todo su corazón; y por último, al Espíritu Santo de Dios, que es su poder y fuerza en acción, la garantía de que un día viviremos eternamente con el Padre.