Conjunto (vestimenta)

La información disponible sobre los trawal istipu es escasa. Entre las menciones a este objeto se destaca el registro de Raúl Morris, quien estudia el asalto al cacique Huenul en 1856 y relata que, entre la gran cantidad de piezas robadas, se encontraban los “barriles”, es decir, “tubos de plata que enchapan los arreos de la caballería”, cuyo “nombre deriva de la semejanza que tenían los de menor tamaño, utilizados en riendas y cabezadas, con las vasijas de tal denominación” (Morris, 1977, p. 177). Sin embargo, en este mismo texto, señala que con ese nombre también se denominaban las piezas tubulares de mayor tamaño que servían para enfundar las acciones con plata –correas de cuero crudo que sostienen los estribos en la montura– (Morris, 1997).
La forma más frecuente de los trawal istipu es tubular redondeada, pero también se registran tubos rectangulares aplanados y una variedad hexagonal (Morris, 1997). Este coleccionista agrega que todos los “barriles” tienen en sus extremos un anillo que sobresale con relación al perímetro de la pieza.
La fabricación de los trawal istipu consistía en fundir monedas en un crisol, para luego percutirla sobre una superficie lisa y resistente mientras se enfriaba hasta formar una lámina. Posteriormente, se le daba forma tubular redondeada, se montaban los anillos que van en los extremos y se soldaban las uniones (Morris, 1997).