Kaperraj

El rebozo forma parte de la indumentaria femenina maya hace ya siglos y mantiene hasta hoy su vigencia, constituyendo una prenda icónica, cuyo uso ha tenido diversas significaciones sociales, políticas, económicas a lo largo del tiempo. La existencia del rebozo como tal en la indumentaria americana data del periodo colonial y existen hipótesis de que la prenda tendría su origen en Oriente, deviniendo del chal persa o de la manta de manila. A fines del siglo XVI aparece el rebozo como parte de la indumentaria femenina asociado a la influencia católica, que obligaba el uso de esta prenda para asistir a la iglesia. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, hubo un auge en la producción rebocera dado el dinamismo comercial presente en la región. El rebozo se desplazó por toda la Nueva España manteniendo su permanencia y se fortaleció en períodos posteriores de la historia nacional, consagrándose como la prenda femenina por excelencia.